Según Ley General de Educación 66-97, se debe garantizar el derecho de todos los habitantes de República Dominicana a la educación. En el 2011 se aprobó el 4.4% del producto interno bruto (PIB) a la educación, esto fue un logro del pueblo, pero la cuestión es, ¿está el sistema de educación Dominicano preparado para esto? ¿Hay un plan de implementación para dicho presupuesto? ¿Se ha sabido utilizar el 4% por el cual el pueblo lucho incansablemente? Para encontrar la respuesta a estas preguntas basta con fijarse en el sistema educativo actual y darnos cuenta de la deficiencia que hay en dicho sistema, donde los estudiantes egresados de la educación media no cuentan con el conocimiento suficiente para ingresar a la educación superior y esto en muchas ocasiones no se debe a la falta de interés de los estudiantes sino más bien a la falta de preparación de los profesores y a la falta de interés de los padres de esos estudiantes.

Lamentablemente la sociedad Dominicana no termina de darse cuenta de que la carencia no es realmente monetaria sino más bien de conocimiento, de valores y principalmente de oportunidades.

La educación no solo se basa en aprender historia, ciencias, matemáticas o literatura, también se basa en el desarrollo de un pensamiento crítico que no se deje manipular por las “palabras y promesa bonitas” que escuchamos cada cuatro años de personas que solo se interesan por su propio bienestar y que son capases de aprovecharse de la ignorancia de quienes todavía creen en ellos y ponen sus esperanzas en ellos. Nos hace falta una educación de donde salgan emprendedores y donde no se enseñe a los estudiantes a ser buenos empleados sino más bien buenos dirigentes, personas capaces de forjar su destino y alcanzar el desarrollo y el progreso de la clase baja.

Por: Alonzo Aquino
El autor es estudiante de 4to año del bachillerato.