El fervor religioso, popular y cultural se pusieron de manifestó en su más alto esplendor al celebrarse el 28 DE DICIEMBRE el día del Santo Cristo de Los Milagros de Bayaguana, desde tempranas horas del día 27 la gente fue llegando al pueblo y cargándola de un aire de fiesta y alegría. Los comisarios rodeaban al pueblo y en unas cuantas horas llegarían con sus salves, banderas, promesas y sus toros para el Cristo de Los Milagros como ofrenda para su iglesia.

Poco se durmió el 27 y la luz de un sol radiante que duro todo el día se mezclo con las campanadas de la primera misa del día, las calles fueron cobrando vida a medida que pasaban las horas y cada vez más personas llegaban al pueblo, la iglesia como siempre no daba vasto y las dos filas para subir hasta el Cristo parecían dar la vuelta sin fin y la gente seguía llegando, en esos de las nueve de la mañana las principales calles empezaban a ser vías libres para jinetes y caballos.

Los comisarios llegaron a las tres cruces en eso de las 12:30 y se produjo el mágico momento del encuentro entre los comisarios del norte y los del y así juntos caminaron hacia la iglesia hacer entrega de su peregrinar durante todo el año.

Las campana anunciaban lo que ya todo el mundo sabía, los toros estaban entrando en el atrio del santuario, allí los recibía el padre Gregorio, el padre Lorenzo, el Sindico Municipal y miles de cristianos católicos y otros más que cada año participan de esta fiesta del Cristo, Viva el Cristo de los Milagros y un coro estremece los corazones VIVA y las banderas se agitan y las campanas suenan nuevamente y otro Viva, y otro tras otro.

Al finalizar la entrega de los toros los jinetes se adueñan de las calles hasta que el sol lo permite y siendo uno de los años en que más caballos han desfilado por sus calles, Bayaguana los despide satisfecha de que la tradición del 28 lejos de mermar crece cada año.