Cuando un hecho de lengua presenta alguna dificultad debemos proceder por analogía si queremos ser lógicos y coherentes en nuestra explicación del fenómeno en cuestión, que es lo que vamos a hacer en lo que respecta a los sustantivos terminados en e.
En español la marca del género viene dada por la oposición de las vocales a/o, además de las consabidas excepciones de los sustantivos que lo hacen mediante la oposición or/iz, como en actor/actriz, emperador/emperatriz, etc. Tenemos también por otro lado los sustantivos terminados en ista, que son invariables, tales como artista, periodista, etc.
De manera que el femenino de cualquier sustantivo terminado en o podrá hacerse sustituyendo dicha vocal por la a.
No sucede lo mismo con los sustantivos terminados en e, como presidente, que son neutros, de forma tal que la oposición masculino/femenino se hará mediante la utilización de los artículos lo/la, que da como resultado las formas el presidente/la presidente.
Esto es así porque si aceptáramos como válido el sustantivo presidenta, tendríamos que aceptar también las formas agenta, emergenta, ofertanta, estudianta, comercianta, ayudanta, gerenta y delincuenta, así como muchísimas otras formas risibles, por no decir ridículas.
Todo lo anterior vale también para evitar el uso de sustantivos como generala, coronela, cancillera, prócera, etc., pues igualmente la oposición masculino/femenino en los nombres terminados en las consonantes l y r debe hacerse con el uso de los artículos el/la, de donde tendremos la general, la canciller, etc., excepto en el caso de la consonante r precedida de o, como en productor, inspector, doctor, director, conductor, etc., cuyos femeninos sí se hacen también con a: productora, inspectora, doctora, directora, conductora, etc.
Pero además, el uso de la a para formar el femenino en los casos anteriormente citados como fuera de la norma es innecesario por redundante, ya que desde que se mencione el nombre femenino de la persona a la que se atribuya una determinada condición o se utilice el artículo femenino para tal fin lo demás sobra. Ejemplo: “Diana, canciller de (X país), dijo que…”; o “La presidente de la República (tal) afirmó que…”
Colaboración: Lic. santiago Castillo
Fuente:
RAMON CONSTANZA
Profesor en la UASD.
En español la marca del género viene dada por la oposición de las vocales a/o, además de las consabidas excepciones de los sustantivos que lo hacen mediante la oposición or/iz, como en actor/actriz, emperador/emperatriz, etc. Tenemos también por otro lado los sustantivos terminados en ista, que son invariables, tales como artista, periodista, etc.
De manera que el femenino de cualquier sustantivo terminado en o podrá hacerse sustituyendo dicha vocal por la a.
No sucede lo mismo con los sustantivos terminados en e, como presidente, que son neutros, de forma tal que la oposición masculino/femenino se hará mediante la utilización de los artículos lo/la, que da como resultado las formas el presidente/la presidente.
Esto es así porque si aceptáramos como válido el sustantivo presidenta, tendríamos que aceptar también las formas agenta, emergenta, ofertanta, estudianta, comercianta, ayudanta, gerenta y delincuenta, así como muchísimas otras formas risibles, por no decir ridículas.
Todo lo anterior vale también para evitar el uso de sustantivos como generala, coronela, cancillera, prócera, etc., pues igualmente la oposición masculino/femenino en los nombres terminados en las consonantes l y r debe hacerse con el uso de los artículos el/la, de donde tendremos la general, la canciller, etc., excepto en el caso de la consonante r precedida de o, como en productor, inspector, doctor, director, conductor, etc., cuyos femeninos sí se hacen también con a: productora, inspectora, doctora, directora, conductora, etc.
Pero además, el uso de la a para formar el femenino en los casos anteriormente citados como fuera de la norma es innecesario por redundante, ya que desde que se mencione el nombre femenino de la persona a la que se atribuya una determinada condición o se utilice el artículo femenino para tal fin lo demás sobra. Ejemplo: “Diana, canciller de (X país), dijo que…”; o “La presidente de la República (tal) afirmó que…”
Colaboración: Lic. santiago Castillo
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RAMON CONSTANZA
Profesor en la UASD.
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