Nos ha tocado lidiar con una administración vaga, poca coherente, falta de tacto y dinamismo, pocos creativos y sobre todo muy divorciados de la necesidad en la comunidad. Creo prudente de que las instituciones, las juntas de vecinos, los jóvenes, y las iglesias, se involucren con el desarrollo del pueblo, creo necesario echar a un lado el partidismo, que los regidores dejen de ser títeres de los dueños de partidos, que dejen de levantar las manos o de bajarlas solo cuando les conviene a sus bolsillos, creo importante que el Ayuntamiento deje de estar pensando en bobadas y que enumere las prioridades y la trabaje en lugar de adjudicarse éxitos que no son suyos. 

No es justo que en un pueblo tan pequeño no tenga mecanismo de seguridad, retrospectivamente hablando ahora tenemos calles mejores que las de antes pero no podemos caminar en ella sin sobres saltos, ahora tenemos un parque mejor que tiempos atrás pero no podemos dar las 15 vueltas los sábados después de misa o los domingos en la noche. 

Cuando entendamos que la función de un ayuntamiento no comienza ni termina recogiendo basura y pintando un parque en navidad, entonces iremos avanzando. 

 ¿A quién o a quienes le hemos entregado nuestro pedazo de tierra? 

 Por: Héctor Bienvenido German