La muerte es tristes más cuando se trata de una persona tan joven como es el caso de Daniela German quien falleciera luego de presentar complicaciones y que apenas tenía tres días de haber dado a luz. Daniela fue al hospital en busca de ayuda porque se sentía mal, allí como es costumbre no dieron importancia a sus dolencias y con un calmante justificaron su sueldo y la mandaron a su casa donde pocos minutos más tarde perdió la vida y nos preguntamos nosotros como idiotas ignorantes de la medicina: ¿Por qué la despacharon a su casa, si aún se sentía mal?,¿Por qué no se dejó en observación un tiempo prudente haber como evolucionaba?

A los que la vimos casi nacer y crecer estos pocos años, solo nos queda el dolor de la perdida más el dolor de la impotencia ante tanta indiferencia y falta de humanidad de algunos “médicos”.