La muerte siempre será triste, más
aun cuan se trata de una persona tan joven como el caso de Potolito como le llamábamos
todos y es que siempre esperamos que los hijos crezcan, estudien, se casen y
nos regalen nietos, es triste ver cómo tan fácil se pierde una vida en la flor
de la niñez.
Debemos ver ese caso, para llamar
a la atención de los padres, para que no permitan que sus hijos salgan en esos grupos
de amigos en motores que se convierten en armas mortales en esas carreteras,
que eviten las jiras de adolescentes a lugares peligros como la playita pues la
carretera de Samana es la carretera de la muerte, ya que no pasa un mes sin que
no se produzca un accidente mortal en ella.
En lo personal vi casi nacer a ese
niño y recuerdo su inteligencia y amabilidad, sin mencionar lo orgulloso que
estaba su padre de su hijo y que una mala jugada se lo haya arrebatado es algo
muy triste.
Potolito de lo que te ha pasado
esperemos tus amigos aprendan y no vuelvan a emprender viajes como ese donde la
desgracia siempre asecha.
Paz a tus restos joven amigo.
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