A pesar de que Duarte fue la figura de primer orden para el logro de nuestra independencia, y desde su juventud hasta el día de su muerte, no desmayó en su empeño de forjar una patria libre e independiente de toda potencia extranjera, como él mismo proclamara, hoy podríamos definirlo como el gran olvidado, un personaje que significa poco para nuestras nuevas generaciones, que ven como modelos a los politiqueros, personajes del arte y del deporte, así como a los magos que se han enriquecido de la noche a la mañana sin trabajar o sin haberse ganado la lotería. Ojalá y algún día hagamos un alto en el camino y volvamos a reencontrarnos con nuestra identidad nacional y volvamos a colocar a Juan Pablo Duarte en el sitial que merece. Por último, he apostado a que este foro contará con pocos participantes, porque según parece los temas que nos resultan interesantes son los de política local, pero estoy rogándole a Dios que ustedes me ayuden a perder dicha apuesta,que participen muchos y digan lo que piensan, pero que no escriban esta vez como anónimos.

Mis respetos afectuosos para la memoria del procer de la patria dominicana; que muy dejada está al tiempo. Coroboro con el Lic. Castillo en su denuncia al parecer que tiene la población domominicana de quién en algún momento, pensó hacer algo diferente, con la situación en la que estaba viviendo. "Levantaos la cabeza pues", oh publo mío; que tus deudas no son de tu pasado, más bien son del presente futuro que posa sobre tus hombros y los predestinados que disponen de ellas se las legn a tus hijos y nietos que tu cansancio te impiden ver.

Me reserbo mis derechos de ensalsar el la figura de Juan P. Duarte, por razones en particular; pero, vean la vida con esmero para que no desmayemos al vivirla como es favorables para todos.