En la foto: Ana García, Lissette Vega, Sally Esteva, Amparo Fernández, María Matilde de Bonetti, Tamara Castellanos, Norma de Vargas, María Cristina Guerra, Milagros Espinal, Ameriquín Velázquez, Martha Incháustegui y Dania Aybar.

Este grupo de señoras que como ustedes podrán ver en los apellidos pertenecen a la clase selecta de este país, ellas han querido venir a Bayaguana con el fin de poyar proyectos que vallan a favor de la juventud y de la clase humilde que es todo el mundo en aquí.

En esta ocasión, los puntos de encuentro por la solidaridad fueron las fincas de Induspalma y Cítricos Tropicales, propiedad de la empresa MercaSid, ubicadas en el municipio Bayaguana, provincia Monte Plata.

El grupo, encabezado por María Matilde de Bonetti, presidenta de la fundación, recorrió las plantaciones de palmas africanas y conoció el proceso de desarrollo de dichas plantas, así como el mecanismo de producción del aceite vegetal que se extrae de sus frutos.

Jaime Chiquillo, agrónomo de Induspalma, dijo que la palma africana es la oleaginosa que produce la mayor cantidad de aceite por unidad. Asimismo explicó el riguroso proceso de selección que se aplica a las plantas para llevar a las plantaciones las que reunen las mejores condiciones para la producción.

En la etapa de pre-vivero, la palmas se siembran en contenedores pequeños, a los tres meses se hace una primera selección para llevar las mejores al vivero y luego se realiza una segunda selección que nos permite elegir las más aptas para ser llevadas al campo”, explicó.

Una vez concluida la visita a Induspalma, el grupo realizó un peregrinaje al Santuario Santo Cristo de los Milagros, de la parroquia San Juan Bautista, donde el párroco Gregorio Berroa ofreció a un breve recuento hitórico del templo, considerado patrimonio cultural y religioso del país. La jornada recreativa continuó en la finca Cítricos Tropicales, donde los entusiastas invitados disfrutaron de un almuerzo tipo buffet, participaron en rifas y bailaron a ritmo de perico ripiao.