Ecologistas de esta provincia denunciaron que al menos 4 ríos están a punto de extinguirse a causa de la deforestación que continúa haciendo estragos en esta zona, pese a los alegados programas que ejecutan las autoridades de Medio Ambiente, para detener la tala indiscriminada de árboles en la demarcación.

Jeremías Pimentel, vocero de los medioambientalistas, dijo que debido a que les han desmontado sus nacimientos están agonizando los ríos Cuanza, Santiago, Carpintero y Naranjo, que cada día tienen menos agua.

Pimentel, alarmado por lo que está sucediendo en la loma de Otaña, el Mirador, Los Pilones y el Mamey, expresó: “quiero que las autoridades de Medio Ambiente se den una vuelta por esos lugares para que comprueben de forma personal la destrucción ecológica que afecta las aéreas más cercanas a esos acuíferos”, Admitió que Monte Plata aún conserva parte de su área boscosa, pero advirtió que si continúa la devastación de su flora, sobre todo el corte de madera en el nacimiento de ríos y arroyos, “no tardaremos muchos en convertirnos en un Haití cualquiera”.

Contaminación
Condenó que además del corte de sus árboles, los citados ríos, también están recibiendo desechos de fincas porcinas y ganaderas que los están llevando a una desaparición inminente.

También alentó a las autoridades en relación al lavado de vehículos en los acuíferos y sobre el envenenamiento de sus aguas que practican pescadores desaprensivos, para realizar la pesca fácil, extinguiendo la vida acuática, por lo que ya se hace difícil ver camarones, tilapias, truchas, guabinas y otras especies, en las aguas de los ríos de Monte Plata.

En cuanto a la zona urbana, reveló que ruidosas y humeantes plantas generadoras de energía, permanecen hasta 12 horas encendidas perjudicando el medio ambiente, en pleno corazón de Monte Plata, Yamasá, Bayaguana, Sabana Grande de Boyá y Peralvilo. Añadió que algo parecido ocurre con los talleres de pintura de vehículos y la circulación de motocicletas sin silenciadores.